¿Tienes Sed? ¡Tus células pueden estar muriendo!
Como ya sabemos, el agua es el principal componente del cuerpo humano, incluso antes de nacer el feto permanece sumergido en el líquido amniótico de la madre en donde está compuesto en un 94% de agua. Al momento de nacer, los índices de agua en el cuerpo se reducen y sigue siendo así hasta llegar a nuestra etapa adulta.
El agua forma parte primordial e importante en el organismo, es responsable de la fabricación de células en el cuerpo, ayuda en los jugos digestivos, transporta la sangre, le facilita el trabajo a los riñones ya que filtra los deshechos a través de ellos y mejora las señales eléctricas entre los músculos.
Esta se halla repartida fundamentalmente en el tejido intracelular y en el extracelular en nuestro cuerpo, cuando empieza la sensación de sed es porque ya hemos perdido un 2% de agua, lo que equivale a 1 litro de agua, al perder el 10% podríamos tener alucinaciones y partir de 15% litros se podría morir.
Para cubrir la alta demanda del vital líquido es necesario mejorar nuestra alimentación, en los vegetales encontramos el mayor porcentaje de agua con un 80% de agua, seguidos por la carne con un 65% y el queso con un 50% de agua. Un organismo joven necesita menor cantidad de agua y a medida de que va envejeciendo debe aumentar la dosis ya que las necesidades aumentan conforme al tiempo, incluso es recomendables que en los días calurosos nos mantengamos bajo alguna sombra y bien hidratados para mantener los niveles altos.
Sin embargo, todo en exceso es peligroso, de igual manera podría llegar a ser negativa a tal punto de desequilibrar nuestro organismo, producir congestión pulmonar al bajar los niveles de sal, inflamación cerebral y en situaciones extremas, la muerte. Se han realizado varios estudios a lo largo del tiempo, tanto a atletas como a personas sedentarias y el resultado es el mismo y claro: demasiada agua también es peligrosa para la salud.
Por otro lado, el síntoma de sed excesivo sin que estemos realizando algún tipo de actividad física o sudando en exceso implica altos niveles de azúcar en el cuerpo y puede ser una clave importante en la detección de diabetes, debemos saber diferenciar para definir lo sano de lo perjudicial.
El agua te ayudará a sentirte mejor y a verte mejor, perderla es fácil, puede ser tan sencillo como practicar algún deporte y no hidratarte correctamente o simplemente tener un día caluroso. Está en tus manos y decisiones recuperarla.